Chalecos con peso: exageraciones, beneficios y lo que realmente dice la ciencia

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Los chalecos con pesas han ganado popularidad, yendo más allá de las herramientas de entrenamiento específicas para convertirse en algo común en gimnasios y senderos al aire libre. Si bien se comercializa como una manera fácil de aumentar la fuerza, la densidad ósea e incluso la postura, la realidad tiene más matices. Este artículo analiza la ciencia detrás de los chalecos con peso, separando los hechos de las afirmaciones exageradas.

Aumentos mínimos de fuerza, especialmente para levantadores experimentados

Los chalecos con peso pueden proporcionar un pequeño impulso a la fuerza muscular, especialmente para los principiantes. La adaptación inicial a una carga adicional puede producir mejoras modestas tanto en la fuerza como en el equilibrio. Sin embargo, para aquellos que ya están entrenados en fuerza, un chaleco por sí solo no impulsará significativamente el crecimiento muscular. El cuerpo se adapta; un chaleco de cinco libras no será un desafío para alguien acostumbrado a pesos más pesados.

Para los deportistas de nivel intermedio a avanzado, los chalecos más pesados ​​pueden aumentar sutilmente la dificultad de los ejercicios de peso corporal como flexiones o sentadillas sin comprometer la forma. La clave es garantizar que el chaleco haga que las repeticiones finales sean desafiantes pero aún alcanzables con la técnica adecuada. Este es un método de sobrecarga progresiva, pero no necesariamente el más eficiente. Aumentar el volumen, la intensidad o el rango de movimiento en los levantamientos puede producir resultados superiores.

Densidad ósea: evidencia limitada, condiciones específicas

La afirmación de que los chalecos con peso mejoran drásticamente la salud ósea es exagerada. Un estudio reciente de la Universidad Wake Forest mostró aumentos en la formación ósea en adultos mayores (edad promedio 66,4 años) que usaron chalecos durante ocho horas diarias durante un año. Esto está muy alejado del caso de uso típico de usar un chaleco durante un entrenamiento corto. Los beneficios observados hasta ahora son específicos de esta población y período de tiempo; Se desconocen los efectos en personas más jóvenes o el desgaste intermitente.

Quema de calorías: mejora marginal

Agregar peso aumenta el gasto de energía, pero la diferencia suele ser marginal. Si bien un chaleco con peso quemará un poco más de calorías durante una caminata plana, las estrategias más efectivas incluyen caminar cuesta arriba o seguir un programa estructurado de entrenamiento de fuerza. La pérdida de peso o la definición muscular se logra mejor mediante ajustes en la dieta en lugar de depender en gran medida de la quema de calorías asistida por un chaleco.

Postura: la distribución del peso importa

Algunos afirman que los chalecos con peso mejoran la postura al abrir el pecho y alinear los hombros. Esto no está garantizado. Una distribución inadecuada del peso puede empeorar la postura al tirar de los hombros hacia adelante y redondear la espalda.

Conclusión clave: Elija un chaleco con una distribución uniforme del peso y active activamente los músculos centrales y de la espalda para mantener la forma adecuada. El exceso de carga también puede aumentar el riesgo de caídas si falta estabilidad central.

Conclusión: Los chalecos con peso ofrecen beneficios modestos para los principiantes y pueden añadir un ligero desafío a los ejercicios con peso corporal. La exageración en torno a aumentos significativos de fuerza o mejoras dramáticas en la densidad ósea no está respaldada en gran medida por las investigaciones actuales. Cuando se usan correctamente, pueden ser una herramienta, pero no son un atajo para estar en forma.