Estados Unidos está experimentando un aumento a nivel nacional en los casos de influenza, y varias regiones reportan picos significativos en las infecciones. La temporada de gripe de este año se perfila como particularmente grave debido a una cepa mutada, la H3N2, que está demostrando ser más transmisible y menos reconocible para la inmunidad existente. La situación refleja la difícil temporada del año pasado, y los primeros indicadores sugieren que podría ser incluso peor.
Puntos de acceso regionales y tarifas de transmisión
Actualmente, estados como Colorado, Nueva York, Nueva Jersey y Luisiana lideran el aumento de casos reportados. La ciudad de Nueva York está experimentando niveles de gripe “muy altos”, la categoría más alta rastreada por los Centros para el Control de Enfermedades (CDC). La alta densidad de población en áreas urbanas como Nueva York y Nueva Jersey acelera la transmisión, y los departamentos de emergencia registran una tasa de positividad de las pruebas de gripe del 30%, significativamente más alta que las tasas de COVID-19 y VRS. Otras áreas, incluidas Connecticut, Idaho, Carolina del Sur y Texas, informan niveles moderados.
Por qué este año es diferente
El principal factor detrás de esta mayor gravedad es la cepa H3N2. Esta mutación ha alterado el virus lo suficiente como para que el sistema inmunológico humano tenga dificultades para reconocerlo y combatirlo de manera efectiva. El cambio hace que esta temporada sea más peligrosa porque la exposición previa o la vacunación pueden ofrecer menos protección. Según los expertos en salud, esta cepa representa entre el 85% y el 86% de los casos actuales. El aumento de la transmisibilidad es similar a los patrones observados en Japón y el Reino Unido, donde la cepa mutada ya ha causado brotes importantes.
Síntomas, pruebas y tratamiento
La gripe se presenta rápidamente con síntomas como fiebre, escalofríos, tos y dolores corporales. Los niños también pueden experimentar problemas gastrointestinales como diarrea o vómitos. Distinguir la gripe de la COVID-19 o el VRS puede resultar complicado, por lo que es esencial realizar pruebas. Hay pruebas caseras disponibles o profesionales médicos pueden realizar una confirmación de laboratorio.
Hay tratamientos antivirales disponibles, especialmente para poblaciones de alto riesgo (ancianos, niños pequeños, personas embarazadas y personas con enfermedades crónicas), pero funcionan mejor cuando se administran en las primeras etapas de la enfermedad.
Medidas de prevención y eficacia de las vacunas
Los expertos recomiendan medidas preventivas, incluido el uso de mascarillas en espacios interiores abarrotados, mejorar la ventilación, lavarse las manos con frecuencia y desinfectar las superficies. La vacuna contra la gripe sigue siendo una herramienta valiosa, aunque su eficacia varía. Los datos actuales sugieren que previene la hospitalización en aproximadamente entre el 30% y el 50% de los adultos y entre el 70% y el 75% de los niños.
La perspectiva
Se espera que la temporada de gripe se mantenga elevada durante al menos seis semanas, alcanzando su punto máximo después de las vacaciones de Navidad y Año Nuevo. Es probable que los casos disminuyan a finales de enero, pero persistirán hasta la primavera. El año pasado fue una de las peores temporadas de gripe registradas en cuanto a muertes pediátricas, y existe la preocupación de que este año pueda ser tan malo o peor, particularmente dada la renuencia a vacunarse en algunas poblaciones. La cepa mutada, combinada con una inmunidad previa más baja, presenta un grave desafío de salud pública este invierno.





























