Kim Kardashian ha descrito públicamente las dificultades que enfrenta para ser madre compartida con su exmarido, Kanye West, destacando el costo emocional del compromiso inconsistente y las acusaciones públicas. La estrella de reality compartió sus frustraciones en un episodio reciente de The Kardashians, enfatizando que el cuestionamiento de West sobre su carácter maternal es el aspecto más desafiante de su dinámica.
El problema central: el esfuerzo desigual
Kardashian reveló que a pesar de sus repetidos intentos de fomentar una relación sana entre West y sus cuatro hijos (North, Saint, Chicago y Psalm), él rara vez inicia contacto. Ella declaró explícitamente que él “nunca llamó”, a pesar de sus esfuerzos por fomentar una comunicación constante. Este desequilibrio crea inestabilidad para los niños, quienes, según se informa, sólo tienen noticias de su padre “cuando él los llama”, y a veces pasan meses sin contacto.
Escrutinio público y acusaciones
La situación se complica aún más por los arrebatos públicos de West, incluidas las acusaciones en las redes sociales de que Kardashian le está ocultando a sus hijos. En un caso, West afirmó que no había visto a su hijo Saint “este año”, a pesar de la evidencia fotográfica que demuestra lo contrario. Estas declaraciones a menudo están entrelazadas con una retórica controvertida, con la que Kardashian ha reconocido que evita involucrarse por el bienestar de sus hijos.
La posición de Kardashian: puerta abierta, respuesta limitada
Kardashian insiste en que siempre ha fomentado una relación entre West y sus hijos, invitándolo repetidamente a pasar tiempo con ellos. Sin embargo, también admite protegerlos cuando lo considera necesario, señalando que la dinámica cambia de fase y requiere un esfuerzo continuo. Ella rechaza la narrativa de que intencionalmente mantiene a los niños alejados de su padre, afirmando que “les rogó que fueran a pasar el rato”.
La tendencia más amplia aquí es la creciente publicidad de las batallas de alto perfil en la crianza compartida. Esto se debe en parte al auge de las redes sociales como plataforma para ventilar quejas, pero también refleja una lucha más amplia para navegar la separación y la responsabilidad compartida en el centro de atención.
Los comentarios de Kardashian subrayan el desequilibrio en el esfuerzo que a menudo se presenta en situaciones de paternidad compartida de alto conflicto, donde uno de los padres soporta constantemente la carga de la estabilidad mientras el otro permanece involucrado de manera intermitente.
La situación plantea interrogantes sobre cómo las figuras públicas equilibran sus luchas personales con el mantenimiento de un entorno estable para sus hijos en medio de un intenso escrutinio mediático. La franqueza de Kardashian sugiere que incluso con inmensos recursos, la paternidad compartida con una pareja impredecible puede seguir siendo emocionalmente agotadora y logísticamente desafiante.
